27/7/14

PROFESIONALES TRANSFUGAS

*Michael ROBLES Domínguez

Querida amiga, no tengas miedo a la nueva ley universitaria, para mí, lo más importante de esta Ley, entre otras cosas, es que se acabaron los profesionales tránsfugas. En toda universidad, desde aquellas que cobran las pensiones pasando los S/. 1200.00 y aquellas en las que apenas cobran por debajo S/. 700.00 existen alumnos y estudiantes universitarios; es decir, existen alumnos que estando formalmente matriculados asisten a clases por el sólo hecho de cumplir con el plan académico, no les interesa estudiar, solo aprobar; pero también existen estudiantes universitarios, aquellos que asisten a clases para conocer los temas, para adquirir conocimiento, se preocupan por aprender y aprehender, por lo que demanda esfuerzo intelectual.


Como podemos observar en el panorama nacional, en los últimos veinte años se ha incrementado el número de bachilleres en todo el Perú, del mismo modo, han aparecido mas universidades que fueron tomando forma de acuerdo a las necesidades económicas y poco se preocuparon por el cambio y esfuerzo intelectual de sus estudiantes. En los primeros años del gobierno de Alberto Fujimori el sistema educativo sufrió un cambio, nació la mercancía educativa, en la que el grado de bachiller se podría lograr sólo con haber aprobado todo la estructura curricular de la carrera, ya no se exigía al estudiante a sustentar su grado académico, y para el titulo bastaba con cursos de titulación, en pocas palabras se dio facilidad para ser profesionales a costa del conocimiento o del pensamiento crítico.

El resultado de este problema educacional fue la aparición e incremento acelerado de profesionales tránsfugas. Así los he denominado, son aquellos que habiendo estudiado en una universidad se titulan en otra, pero ¿Cuál es el problema de fondo o que de malo tiene titularse en otra universidad?

El problema radica básicamente en la baja capacidad intelectual del bachiller que se siente incapaz de sustentar su titulo por medio de tesis o de sustentación de expedientes judiciales (caso de abogados), estos bachilleres son temerosos de pararse al frente de un jurado y sustentar su titulo, tienen miedo a las preguntas de rigor que las hicieren, son vacilantes, se muestran pusilánimes ante un grupo de jurado experimentado. Entonces buscan la vía mas fácil para titularse, no les importa nada, solo quieren titularse, no les importa el dinero, si hay que pagar, pues se paga, así piensa estos profesiones tránsfugas, su objetivo es el título.

El buen ojo de los empresarios usureros de la educación, mas dirían yo usureros de la ignorancia y del facilismo, vieron esta situación y facilitaron cursos de titulación, pero elevando sus precios, inclusive en dólares. Ahora, ¿en qué consiste el curso de titulación? Pues, en un salón meten a uno 40 alumnos, les hablan de temas ya conocidos, que es lo mismo de cualquier clase que ya lo llevaron en el curso de su carrera, luego para finalizar el curso de titulación, todos juntos, los 40 dan examen, y que casualidad aprueban 39 y en algunos casos aprueban todos, ¡y ya!, son licenciados, ya son titulados, así de fácil.

Querida amiga, lo siento por mis amigos pero son profesionales tránsfugas, que buscando el facilismo y en la desesperación de titularse, sólo se esfuerzan por conseguir dinero para pagar el curso de titulación, enriqueciendo de esta manera al magnate de la educación superior, aquél que gana millones por ser rector o dueño de una universidad.

Según las cifras, es la universidad Inca Garcilaso la que mas titulados tiene; sin embargo es la universidad con menos bachilleres. Es decir, la universidad Garcilaso al año forma a 120 profesionales en sus centros de estudios pero al año titula a mas de 1000 profesionales, que nos lleva a pensar esto, que la Garcilaso es casa de profesionales tránsfugas, porque los 900 son de otras universidades, son los burros de la PUCP, de la UNMSM, de la UNFV, inclusive son los facilistas de la UAP, de la Norbert Wiener, entre otras universidades.

Con esta ley querida amiga lo que se pretende, entre otras cosas, es frenar el trasfuguismo profesional, el estudiante universitario debe amar a su universidad, debe ser leal con ella, esforzándose en titularse en la misma institución que se formó como profesional. El prestigio de una institución educativa depende de la calidad de sus egresados, no necesariamente por el cobro de pensiones elevadas. Los egresados hacen el prestigio de la universidad y es injusto decir que la universidad Garcilaso es la más desprestigiada por titular mediante cursos a estos burros, cuando los verdaderos culpables, no son los maestros, sino las autoridades universitarias que sólo buscan enriquecerse de la desesperación de aquellos facilistas, dizque profesionales.

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