20/11/08

UNA ROSA ME VISITABA EN EL HOSPITAL



En marzo del 2008 me interne en un hospital, por un accidente que sufrí, el tiempo que estuve fue de once días; sí, once días de agonía e impotencia de querer salir, de querer escapar; de querer ver la ciudad, de querer ver la naturaleza, de estar cerca de ella. Aquí les cuento el corto tiempo de felicidad que experimente en tan infinito tiempo de encierro hospitalario, lo poco feliz que viví cuando la veía llegar con su traje negro que cubría todo su exuberante cuerpo, una rosa en el hospital me estaba visitando y me gustaba mucho.

Es usted el paciente Michael Robles Domínguez; pregunto una auxiliar de enfermería cuyas características físicas son chata, gorda y fea; Si soy yo, le respondí. Y en tan solo unos minutos ya estaba vestido con el uniforme que siempre e odiado en mi vida, las ropas de enfermo nunca me han gustado y menos estar en el un hospital que no solo pretende curar a los enfermos sino que también enferma y carcome debilita mi cerebro, así fue mi ingreso en la sala del hospital.

No podía caminar fácilmente, la rodilla la tenia inflamada, que hacia imposible flexionarlo, me recostaba en la cama y me cubría con las sabanas blancas, me pasaba el día recordando lo que había dejado pendiente y lo que tenia que hacer saliendo del hospital; entre otros momentos, para buscar la tranquilidad de mi vida en este hospital leía el libro que mi madre me había traído, según ella para purificar mi alma.

El tercer día de hospitalización cayo un domingo, a las siete y media de la mañana cuando acababa de despertar y ver como la luminosidad del sol penetraba por la ventana de la sala del hospital ingresa una Rosa vestida de color negro, la veía venir de lejos caminando muy despacio por los pasillos de la sala del hospital, sala que se volvía blanca cada vez que la Rosa bonita ingresaba.

La Rosa bonita les decía algo a los pacientes, no se que, aun no podía escucharla, estaba un lejos de mi cama y se acercaba muy despacio. Ahí viene la hermanita colombiana más bonita, dijo un interno que tenia mas de 15 días viviendo en este hospital, despierten muchachos ya esta aquí, continúo diciendo el interno.

Se estaba acercando a mí cama la Rosa más bonita, yo estaba recostado esperando su llegada, la veía venir y en verdad que si era bonita como dijo el interno, tenía una linda figura, su traje negro aun dejaba ver el exuberante cuerpo que su dios se la concedió, muy pronunciada es ella.

De pronto me estaba mirando, un soplo suave y fresco salía de su interior que ni su traje negro podía retenerlo, yo la miraba fijamente, no podía desviar, tenia que lograr su atención en mi. De pronto pronunció unas palabras que sacudieron hasta a las sabanas blancas; Buenos días Joven le invito ir a misa, expresó; su voz era tan suave, era la melodía que estaba buscando desde que ingrese a este hospital, su voz daba sosiego a mi vida debilitada, traté de captar si tenía perfume, quería acercarme mas a ella, pero no podía, tenia una pregunta pendiente que responder. No puedo, no puedo caminar, respondí con una voz muy baja y casi apagada para que se compadeciera de mí; yo te llevo con sillas de ruedas insistió la Rosa mas bonita. Casi digo que si, casi acepto ir a la iglesia a escuchar misa, pero la verdad no tenia interés de hacerlo, pero por tan solo por estar a su lado si quería aceptar, pero no era honesto mi comportamiento, así que también insistí en no ir, finalmente no insistió mas y paso a otra cama, yo le seguía todos sus movimientos hasta que dejara la sala blanca del hospital.

Al siguiente día, también visitó la sala, lo hacia porque estábamos en semana santa, en esta ocasión fue muy distinto. Ingresa la Rosa mas bonita y de pronto mi cuerpo sentía vibraciones extrañas, no se porque, pero tan solo verla sentía que su presencia creaba una atmósfera sensual y romanticismo real en esta sala blanca del hospital; romanticismo, que la envolvía en una dorada nube de pasiones; mi mente destruía su figura de sirvienta de dios acabando por transformarle en una modelo exuberante que accedía a mis deseos pasionales, la Rosa mas bonita se me presentaba con su energía juvenil de sus 21 añitos y yo luchaba en mi hervor pasional de hombre romántico tratando de mostrar serenidad. Ingreso con ella en mi fantasía, donde las imágenes sensibles cristalizan con tal rapidez, cristalizó una mujer envuelta en mis caricias, que volteando sus ojitos entregaba su cuerpo y accedía a mis suplicas, la blancura y suavidad de sus manos inquietas descendían el jardín de mi deseo, atormentado dulcemente su cuerpo yo vestía su piel desnuda con mi saliva, y de pronto me pregunta, ¿se siente bien joven? cortando intempestivamente mi fantasía no me quedo otra que responder, No aun me duele la rodilla que me imposibilita movilizarme.

Que bonito recuerdo tenia del hospital, cuando nadie que esta en ella quiere recordar, la Rosa mas bonita siempre me visitaba, llegue a conversar con ella pero cada vez que lo hacia ingresaba a mi fantasía muy disimuladamente para que no se de cuenta, hasta que llego hablarme de la palabra de dios en donde yo ya prestaba atención, pero que pena tuve que dejar el hospital, ya estaba mejor y ya podía caminar con facilidad, creo que su belleza y sus palabras facilitaron mi recuperación. Si existe dios que me perdone por expresar la literatura de mis vivencias pasionales.

Michael ROBLES Domínguez MIRODO

Santa Clara, 20 Noviembre 2008

No hay comentarios: